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15 de marzo de 2010

Tu currículum versión 2010 - 10 Consejos para confeccionarlo

Rachel Zupek, CareerBuilder.com



"Año nuevo, vida nueva", el viejo dicho también aplica para tu currículum. Probablemente, en 2009 te hayas postulado para cientos de trabajos y, en la gran mayoría, te ignoraron o rechazaron. Eso quiere decir que algo debe cambiar.

El año pasado, el 25 por ciento de los empleadores reconocieron que, en promedio, recibieron más de 75 currículums para cada búsqueda; mientras que el 42 por ciento recibió más de 50. Además, el 38 por ciento de los empleadores admitió que en 2009 destinaron entre uno y dos minutos para revisar cada currículum. El 17 por ciento se tomó menos de un minuto.

"Los gerentes de Recursos Humanos están en el frente de batalla para conseguir nuevos empleados y, por lo general, son los encargados del proceso de entrevistas. Al recibir una gran cantidad de postulaciones, quizás sólo tengas un par de segundos para generar una impresión duradera en ellos", explica Rosemary Haefner, vicepresidente de Recursos Humanos en CareerBuilder. "Tu currículum debe estar siempre actualizado y tu portfolio, listo para enviarse, nunca sabes qué pasará mañana, si te espera una crisis o una economía saludable".

Este año quieres verte diferente ante los ojos de los empleadores. Aquí te ofrecemos 10 maneras para que en 2010 tu currículum se destaque.

1. Empieza de cero
Año nuevo significa currículum nuevo. Aún cuando no suene nada divertido reescribir por completo tu currículum (probablemente no será así), inténtalo. Obviamente, si no pescaste nada el año pasado, algo extraño pasaba. Reacomoda algunas secciones, intenta con un formato diferente y con otra tipografía. Simplemente enroca algunos datos y espera a ver qué pasa.

2. Usa un formato diferente
Muchas personas que buscan trabajo no se dan cuenta de que existen distintos formatos cuando confeccionan su currículum. El formulario más habitual es el cronológico inverso, una lista de los trabajos ordenada desde el más reciente al más antiguo. Sin embargo, este modelo no es el mejor para todos. Por ejemplo, si tuviste un montón de trabajos diferentes en los últimos años o has estado largo tiempo desempleado, un currículum funcional es mejor opción.

Un currículum funcional se enfoca en tus habilidades por sobre tu experiencia laboral. Para ello, te referirás a una habilidad tuya relacionada con el trabajo al que te postulas, seguida por una lista de logros que demuestren esa habilidad. Si no posees habilidades relevantes o una fuerte historia laboral, todavía te queda la opción de una combinación entre currículum funcional y cronológico.

Para un currículum combinado, deberías enumerar tus habilidades aplicables y los logros que las sustentan. Debajo de eso, enumera tu historia laboral, comenzando con tu trabajo más reciente y luego los que lo antecedieron, pero no agregues una descripción de cada puesto. De esta manera pones sobre la mesa tus capacidades a la vez que demuestras tu sólida historia laboral.

3. Deshazte de las palabras vacías y las vaguedades

Muchas personas en busca de trabajo suelen caer en un error común que irrita a la mayoría de los empleadores: usar clichés. En una encuesta de CareerBuilder de 2009, los empleadores evocaron el abuso de estas frases, por lo general ignoradas por los gerentes de contrataciones:

· Don de gentes: 39 por ciento
· Ambicioso: 38 por ciento
· Jugador de equipo: 33 por ciento
· Trabajador: 29 por ciento
· Versátil: 28 por ciento
· Proactivo: 27 por ciento
· Orientado a resultados: 22 por ciento

Estas palabras son simples tapahuecos que no dicen nada de tus logros. Para una posición de contable, por ejemplo, las palabras clave deberían incluirse son "responsable de pagos" o "confecciono balances de fin de mes", palabras que dicen algo sobre lo que puedes hacer. Mira en tu currículum y encuentra las generalidades sobre ti mismo y reemplázalas con palabras clave que coincidan con el trabajo al que estás aplicando.

4. Haz que tus logros destaquen
Las personas en busca de trabajo suelen caer en el error de enumerar sus obligaciones laborales pero no sus logros. Aunque tus obligaciones anteriores son importantes, a los empleadores les interesa más tu capacidad para producir resultados. Intenta separando tus funciones diarias de tus logros enumerando primero tus deberes en formato párrafo y luego añade un punteo titulado "logros destacados" a tu lista de éxitos.

5. Cuantifica tus logros
Los postulantes por lo general no reconocen la diferencia entre cuantificar resultados y simplemente describir una responsabilidad laboral. Esta última es algo que haces cotidianamente y un logro cuantificado es el resultado de esa responsabilidad. Cuantificando resultados les demuestras a tus empleadores qué puedes hacer por ellos. Entonces, si tu currículum actual es un bloque de palabras sin ningún número adentro, ya sea dólares, porcentajes o números comparativos, tienes que hacerle algunas revisiones.

6. Incluye un resumen u objetivo
Incluir un resumen en tu currículum es uno de esos pasos que suelen olvidar quienes buscan trabajo y, cuando lo recuerdan, incluyen información incorrecta. Los empleadores quieren saber si puedes encajar bien en su organización, por lo que escribir algo como "para adquirir experiencia en tal sector" no dice mucho acerca tuyo o lo que puedes hacer para tu empleador. El resumen de tu carrera debe retratar tu experiencia y enfatizar cómo ayudarás al potencial empleador. Debe ser muy específico e incluir funciones relacionadas explícitamente con el sector en cuestión, logros cuantificables o tus áreas de especialización.

7. Llena los vacíos
La mayoría de la gente te recomendará esperar hasta la entrevista para explicar cualquier vacío en tu historia laboral. Pero allí hay una buena chance de que no tengas ni siquiera la oportunidad de la entrevista si existen esas brechas. Si, por ejemplo, fuiste despedido a comienzos de 2008 y todavía sigues desempleado, intenta utilizar el currículum funcional explicado más arriba. O, si te sientes cómodo, explica qué hiciste en el tiempo entre trabajos. El empleador sabrá que no estás tratando de esconder un pasado superficial.

8. No te compliques
¿Cuántas veces tendremos que decírtelo? De ninguna manera uses tipografías locas, colores ni papeles fluorescentes en tu currículum. Encuentra algo original y atractivo, una presentación que llame la atención de los empleadores y no la del papelero.

9. Controla dos veces la información básica
Tan tonto como suena, muchas personas se concentran tanto en el formato y el control que no se fijan en la información más básica, como una dirección de e-mail, teléfono y dirección permanente. Controla dos veces que tu currículum tenga esta información, ninguno de tus antecedentes valdrá de nada si no tienen cómo encontrarte.

10. Controla la coherencia
Échale una mirada al currículum del año pasado y asegúrate de que no haya inconsistencias. Si decides mencionar los períodos al final de las oraciones, por ejemplo, asegúrate de que estén siempre al final de cada una. Si decides, en cambio, enumerar tus obligaciones laborales seguidas por un logro en cada una, que sea así a lo largo de todo el currículum. Usa siempre las mismas tipografías, tamaños, viñetas y otras opciones de formato. Los empleadores se darán cuenta de que estás atento a los detalles y asumirán que tu trabajo mantiene esa calidad.

Rachel Zupek es escritora y participa en el blog The Work Buzz de CareerBuilder.com. Investiga y escribe sobre estrategias para conseguir empleo, gestión profesional, tendencias de contratación y cuestiones sobre los lugares de trabajo. Síguela en Twitter: http://twitter.com/CBwriterRZ.

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