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7 de julio de 2009

Como conservar el trabajo en tiempos de crisis

Como conservar el trabajo en tiempos de crisis ... por Angy Newman

Desde el año pasado cuando se empezó a hablar de manera constante sobre la Crisis Mundial que se iría presentando a través de los meses, empezaron a circular por diferentes diarios de nuestro País recomendaciones para que los empleados “Salven sus puestos” y con gran asombro siempre leía consejos realmente ridículos, Lo menciono así porque parece que estuviera hablando la madre a su hijo para decirle como ser un “buen hijo”.

Otro ejemplo es cuando el Presidente de la República se para frente a un micrófono y pódium para decir que está pasando en nuestro País (cuando todos estamos más que informados que está sucediendo) lo que buscamos son resultados basados en armas de confianza, de liderazgo, de compromiso, hablar de manera clara y estratégica en las formas de cómo vencer o enfrentar un problema.

En verdad es vergonzoso que se atrevan a escribir y dar consejos de esa manera, cuando lo que deseamos son opiniones basadas en artes pasadas de estrategias empleadas por grandes líderes, que nos recomienden como estudiar y defendernos primero de nuestras mañas, y después, de aquellos que son necios en movernos o eliminarnos de nuestro trabajo, eso sí, con o sin crisis debemos de armarnos de conocimientos, recuperar o buscar nuestras habilidades, estudiar más, leer, ser coherentes entre nuestros pensamientos y actos, buscar alianzas honestas y exitosas, ser espirituales, capaces de enfrentar hoy y siempre adversidades.

No deben de ser las crisis las que te lleven a la reflexión, es una oportunidad para que aprendas y mantengas ante todos una actitud de superación.

“El cortesano perfecto, adulador e intrigante, prospera y alcanza su plenitud en un mundo en el cual todo gira en torno del poder y de la habilidad política. Domina a la perfección el arte de la oblicuidad (camina diagonalmente por un flanco sin perder el frente de la formación), adula, sométete a tus superiores y reafirma tu poder sobre los demás de la forma más encantadora y graciosamente indirecta. Si eres hábil y aplicas algunas de estas leyes del cortesano, tu ascenso dentro de la corte (trabajo) no conocerá límite”

Apréndete estas leyes de la política cortesana:
Evita la ostentación: nunca es prudente hablar mucho de ti mismo, o llamar demasiado la atención sobre tus acciones. Cuanto más hables sobre lo que haces, más sospechas despertarás, lo que seguramente generarás envidias entre colegas como para inducirlos a la traición o a clavarte un puñal por la espalda. Por lo tanto ten mucho cuidado de pregonar tus logros a los cuatro vientos, habla menos siempre sobre tu persona que sobre los demás. Es preferible pecar de modesto.

Réstale importancia a lo que haces. No demuestres nunca que estás trabajando mucho. Tu talento debe dar la impresión de fluir de manera natural, con una facilidad que lleve a los demás a tomarte por un genio, no por un adicto al trabajo. Incluso cuando algo te exija mucho esfuerzo, hazlo parecer sencillo, a nadie le gusta ver sangre y sudor, que es otra forma de ostentación. Es mejor que se asombren al ver la facilidad con que obtienes tus logros, y no que se pregunten por qué te cuesta tanto conseguir resultados.

Se frugal con los elogios: Podría parecer que tus superiores nunca se cansan de que los elogien, pero el exceso de algo, incluso de algo bueno, disminuye su valor. Aprende a halagar de forma indirecta: por ejemplo: en ocasiones tus logros déjalos a un lado, para que la gestión de tu jefe parezca más importante y eficiente.

... continua ...