Si en medio de esta crisis económica ya lograste conseguir una entrevista de trabajo, asegúrate de no desperdiciarla o echarla a perder, recuerda que ese primer encuentro con el reclutador es clave para lograr que te contraten.
De la vista nace el amor, por ello la preparación de la entrevista de trabajo no es algo que debas echar en saco roto o hacer al aventón.
Existen muchos aspectos que debes cuidar, como tu vestimenta, la descripción de tus fortalezas, tus debilidades y los logros que piensan obtener dentro de la empresa.
Recuerda que en un ámbito tan importante para tu desarrollo profesional la improvisación no cabe, así que lo mejor será que tengas un plan para no desperdiciar la entrevista.
“Muchas personas pueden tener un CV impresionante y estar preparados adecuadamente, pero cuando llega el momento de entrevistarse con el reclutador simplemente no saben qué decir y dan una imagen de poco profesionalismo”, dice el director General de Bumeran.com México, Mateo Cuadras.
Así que para evitar que el reclutador se convierta en tu verdugo, te damos algunas recomendaciones del portal de reclutamiento online que debes tomar en cuenta:
Define tu mercado
Antes de pensar siquiera en buscar las entrevistas, determina las características de tu futuro empleados para centrar tu búsqueda. Para esto piensa en cuál es tu perfil y en qué ámbito tu experiencia puede darte ventajas sobre los otros candidatos.
Da seguimiento
La entrevista laboral no es mas que el primer paso de un proceso que puede ser largo peor productivo si empleas la estrategia adecuada. Es importante que des seguimiento a la evolución del encuentro y la mejor opción es el mail que debe ser corto y preciso. ¡Puede ser tu última oportunidad de venderte!
Vístete adecuadamente
Aunque el ambiente laboral es cada vez más relajado, no se justifica que te presentes a la entrevista con jeans, tenis o huaraches. Así que a menos de que vayas a trabajar para Google o Pixar, deja tus jeans rotos para mejor ocasión. Recuerda que la apariencia sigue pesando, y mucho.
Olvida los atuendos arrugados, sucios, demasiado ajustados o sexys. Tampoco es adecuada la ropa demasiado holgada, minifaldas, piercings o los colores extravagantes. Opta por un atuendo sencillo pero elegante.
Cuida tu aseo
La higiene es tanto o más importante que la ropa, recuerda que una imagen dice más que mil palabras. Lustra tus zapatos y ponte siempre ropa limpia, incluso los calcetines. Si vas a usar un saco o suéter, fíjate que no le falte ningún botón. Cuida también el aseo de tus uñas, aunque seas mujer, no se aconseja tenerlas demasiado grandes, y si las tienes pintadas deben ser en tonos claros.
Procura recoger tu cabello y que no se te pase la mano con el maquillaje y/o l a colonia.
Muestra seguridad
El lenguaje corporal es fundamental para controlar cualquier situación. Saluda al entrevistador con una sonrisa amplia y da un apretón de manos suave pero firme. El contacto visual es fundamental, y transmite la sensación de que tanto tú como tu mensaje son creíbles. En la reunión, no te quedes sentado con expresión ausente, pues corres el riesgo de parecer aburrido. Los movimientos, los gestos, la postura y las expresiones del rostro son una parte importante del desempeño general. Una sonrisa sincera envía un mensaje afable que da confianza.
Se puntual
No existe ninguna excepción para esta regla. Muchos empleadores consideran que si llegas tarde a la entrevista, lo harás con el trabajo. Pide indicaciones para llegar y estudia rutas alternas que te permitan acudir con un rango de tiempo considerable.
Usa los nombres propios
En cuanto llegues, preséntate diciendo con quién tienes cita y a qué hora. Si la recepcionista tiene un cartelito con su nombre, salúdala por él. Cuando te presenten ante el entrevistador o entrevistadores, usa el/los nombres al saludar y también al despedirte. A la gente le encanta escuchar su nombre, así que asegúrate de recordarlo y usarlo… sin exagerar.
Comunica tus fortalezas
La entrevista no es el momento para ser tímido o humilde, debes expresar confianza y demostrar que eres el indicado para el puesto. Responde con detalle específicos y dile al entrevistador objetivos concretos. También destaca tus debilidades como áreas de oportunidad. Finalmente, no te desesperes, si lo haces, puedes perjudicar tus posibilidades de ser contratado.
No mientas
Se trata de venderte, pero no con mentiras. Si sustentas tu contratación en datos falsos, tarde o temprano serás alcanzado por el peso de tu propia mentira y quedarás peor que antes. Recuerda que los reclutadores confirman todos y cada uno de los datos que das, así que es mejor evitarte la vergüenza de que te llamen farsante.
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