Cuando una compañía determina cómo publicitar sus productos entre los consumidores se enfoca en las ventajas diferenciales de éste, las cosas que hacen que el producto sea diferente a cualquier otro. Puede ser que es más pequeño, dura más o sabe mejor que los productos de la competencia. El mismo principio aplica a ti cuando solicitas un nuevo empleo.
Debes pensar en tus ventajas diferenciales o unique selling points (USP), como les dicen en inglés. ¿Cuál es EL motivo por el que un empleador debe contratarte por encima de los demás candidatos? ¿Qué puedes aportar que es único o de valor agregado para el puesto/compañía? ¿Qué habilidades y experiencias tienes que cubran sus necesidades?
Los empleadores reciben cientos de solicitudes por cada vacante, de modo que es importante que hagas que tu solicitud sobresalga y sea preseleccionada para una entrevista.
A continuación presentamos algunas maneras para ayudarte a identificar tus ventajas diferenciales.
¿Cuáles son tus habilidades?
Ponte en los zapatos de tus clientes o colegas. La imagen que tienes de ti mismo puede diferir de la imagen que proyectas y puede ser que una habilidad en la que te destacas, pero que consideras rutinaria, sea de gran reconocimiento y deseada por otros.
¿Cuál es tu beneficio?
Pero los empleadores no buscan solamente habilidades. Buscan soluciones. Entonces, ¿cómo puedes producir dinero para la compañía, cómo puedes ahorrarle dinero a la compañía y cómo puedes resolver los problemas que tienen?
Por ejemplo, quizá eres gerente de proyectos con varias habilidades incluyendo software, hardware y administración. ¡Excelente! Pero eso por sí solo no te ayudará a sobresalir de entre los demás administradores de proyectos que solicitan el mismo puesto y tienen las mismas habilidades.
Al pensar con mayor detalle en tus habilidades, es posible que te des cuenta de que eres especialmente diestro en la resolución de problemas complejos. De modo que podrías describir tu ventaja diferencial algo así como:
"Administrador de proyectos experto prominente en la identificación y resolución de problemas"
Añade fuerza a tus habilidades
No obstante, esa solamente es una característica. Ahora necesitas agregar un beneficio a esta ventaja diferencial.
Si seguimos con el ejemplo del administrador de proyectos, calcula cuánto dinero has generado o ahorrado para la organización durante tu empleo. En este escenario, puede que tu empleador haya ahorrado dinero mientras trabajabas en la implementación de productos. Entonces tu ventaja diferencial se vería así:
"Administrador de proyectos experto prominente en la identificación y resolución de problemas y le ahorré a mi empleador más de $300,000 mientras estaba en el proceso de completar proyectos con un valor superior a $1 millón durante los últimos 3 años".
Ahora el empleador puede ver que, si te contratan, les redituará su inversión.
Piensa en las necesidades que tiene el empleador y en cómo puedes ofrecerles la solución. No enumeres tus ventajas diferenciales; véndelas demostrándoles tu experiencia y éxito. Cualquiera puede tener 'sólidas habilidades organizacionales', pero no cualquiera puede ofrecer ejemplos concretos de casos en que implementaron eficazmente estos atributos.
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