Richard Bayer, presidente ejecutivo de operaciones de The Five O'Clock Club (www.fiveoclockclub.com), una consultora de carreras profesionales ubicada en Nueva York, ha compilado una lista de ocho señales que usualmente significan que tu empleo está en riesgo.
“Si notas tres o más de estas señales de peligro, es tiempo de actualizar tu currículum y empezar la búsqueda de un nuevo trabajo”, dice Bayer.
1.- No eres compatible. Tus valores no son los mismos que los de la compañía para la cual trabajas. Si tus colegas son “deshonestos y están decididos a lograr lo que quieren sin importar las barreras legales o morales” es hora de renunciar antes de que un escándalo tipo Enron hunda la nave, dice Bayer.
2.- No le agradas a tu jefe, y a ti tampoco te agrada. Si tu jefe nunca te pregunta tu opinión y nunca te invita a conversar o almorzar juntos, y si tú estás en desacuerdo con sus prioridades y no te gusta su estilo, tus días están contados. “Si alguna vez haz hecho algo que afectó a tu jefe, puede que debas dejar el puesto ahora mismo”, dice Bayer.
3.- Tus colegas no muestran simpatía por ti. Sentirse asilado, ser objeto de chismes y estar excluido del ambiente interno de la organización es un signo muy malo, tanto como sentirte que no eres parte del equipo y negarte a socializar con tus compañeros incluso cuando te invitan a departir.
4.- No te encomiendan tareas donde puedes demostrar la gama completa de tus habilidades. “Tienes que pensarlo bien si ves que todos los buenos encargos se los dan a otros, mientras que a ti te dan sólo aquellos que están por debajo de tu nivel o incluso en áreas donde no eres fuerte”, dice Bayer. Si parece que tu jefe no confía en tu buen juicio, estás en problemas.
5.- Siempre te llaman para hacer el trabajo que nadie quiere. Todo mundo debe hacer de vez en cuando algún trabajo tedioso o rutinario, pero si constantemente te están endosando ese trabajo exclusivamente a ti, entonces las alarmas deben sonar en tus oídos.
6.- Eres excluido de las juntas y reuniones a donde tus colegas sí son invitados. ¿Te suena familiar? Es doloroso, pero evidentemente claro, si tus ideas no son valoradas para qué quedarse más tiempo.
7.- Todos los colegas de tu mismo nivel tienen oficina… y tú tienes un cubículo en el pasillo. Bayer apunta que sin importar el puesto que desempeñes, tu ubicación dice mucho acerca de tu estatus en la compañía. Si tus compañeros tienen oficinas con ventanas y a ti te piden mudarte al closet donde guardan las escobas, no importa cuál sea la explicación oficial, es hora de limpiar tu escritorio.
8.- Temes ir a trabajar y sientes que estás desarrollando una úlcera. Este es otro síntoma de que debes cambiar de empleo. “Si la idea de ir a trabajar te provoca ansiedad o incluso te enferma, y si estás contando las horas desde el minuto en que llegas hasta el último segundo en que te vas, es hora de moverse”, dice Bayer. Y más vale que lo hagas antes de que perjudiques tu salud o te desmoralices tanto que ni siquiera puedas hacer un buen papel en las futuras entrevistas de trabajo.
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